COMUNIDADES INDÍGENAS ABANDONADAS: EL OSCURO LEGADO DE LA EXTRACCIÓN PETROLERA EN EL LOTE 192

A pesar de los millones generados, estas comunidades luchan contra la injusticia y el abandono en su propio territorio por parte de PetroPerú

Las comunidades indígenas que residen en las inmediaciones del Lote 192 – PetroPerú son víctimas de un abandono sistemático, a pesar de las enormes ganancias generadas por la extracción petrolera en la zona. Caminar por estos territorios es adentrarse en una realidad de tremenda injusticia que se ha perpetuado durante cinco décadas.

A pesar de los millones de soles recaudados a través del canon petrolero, estas familias viven en condiciones precarias, expuestas a un entorno abierto y desprotegido.

«A pesar de vivir en la zona petrolera, estamos siendo abandonados tanto por el Estado como por las empresas que han operado aquí, desde OXY hasta la Pluspetrol. A pesar de ser dueños de nuestros propios territorios, el gobierno nacional y regional nos ha dado la espalda», declara con tristeza uno de los miembros de la comunidad indígena afectada.

La situación empeora al recordar la grave contaminación del lago Ushpayacu, una fuente vital de alimentos para estas comunidades. Hasta la fecha, no se ha realizado ninguna acción de remediación.

Las consecuencias son devastadoras, con la presencia de enfermedades graves, muertes prematuras y una alta incidencia de diarrea crónica. Además, la falta de instalaciones médicas adecuadas agrava aún más la precaria situación. A pesar de los abundantes recursos económicos extraídos de estas comunidades, el abandono persiste y se perpetúa.

Aunque algunos miembros de estas comunidades han logrado desarrollar habilidades y conocimientos técnicos, convirtiéndose en ingenieros, soldadores, contadores y administradores, se enfrentan a la marginalización por parte de las empresas. Se les relega a un segundo plano mientras se favorece la contratación de personal externo.

Las comunidades indígenas afectadas son claras en su postura: no aceptarán la entrada de ninguna empresa en el área hasta que se realice una remediación efectiva de las zonas afectadas. Sin este paso crucial, no permitirán que las operaciones continúen al 100%.

La historia de abandono y negligencia hacia estas comunidades indígenas revela una profunda injusticia que ha perdurado durante décadas.

Es fundamental que el Estado y las empresas responsables asuman su deber de remediar los daños causados y brindar un apoyo significativo a estas comunidades, reconociendo y respetando sus derechos y su valiosa conexión con el territorio ancestral.

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