Los Fujimori y sus cuentos chinos
LOS FUJIMORI Y SUS CUENTOS CHINOS
Keiko nunca quiso pensar siquiera en ceder el trono. El proceso judicial con José Domingo Pérez como implacable perseguidor, terminaron por hacerla pisar tierra.
El sueño dorado del fujimorismo, una segunda vuelta contra el cuco, el asesino de policías, el que pretende fusilar a quien mejor le parece, sería su mejor escenario, le gana hasta con anforazos si es necesario, el contendor lo justifica todo. Falta el segundo capítulo del karma.
Alberto Fujimori tiene una habilidad extrema para mentir y se siente como pez en el agua al contar hechos de su gobierno, bajo el cristal de su propia versión, tratando de sorprender a las nuevas generaciones.
Sus apariciones en redes sociales pintándose como el gran vencedor del terrorismo, son solo una parte del plan para convertirse en una opción o distracción del fujimorismo, el retorno del patriarca al mando del partido.
Keiko nunca quiso pensar siquiera en ceder el trono. El proceso judicial con José Domingo Pérez como implacable perseguidor, terminaron por hacerla pisar tierra.
El juicio oral con la atención de la prensa en primeras planas, hizo recordad los motivos de la acusación y los millones de dólares que pasaron por sus manos, sin ningún control, con la evidente sospecha de haberse guardado la mayor parte, muchos aportantes exigían anonimato total y los maletines forrados de verdes des- aparecieron como por arte de magia.
Acallar estas noticias se convirtie- ron en una prioridad, ante la incertidumbre por una probable condena, los seguidores pierden la confianza. Cuando el populorum siente dudas, no hay medicina para disiparlas. Las jugadas de su padre ya habían pren- dido el fuego del retorno y una luz iluminó el camino para su siguiente paso.
Anunció con un desprendimiento más falso que las cremas vendidas por Kenji, un acuerdo con su padre para que asuma la candidatura presidencial, ella por supuesto estaba muy feliz, con su sonrisa de amorosa hija.
La prensa amiga y también de la otra, se llenó con información del viejo samurái, la polémica se armó al instante, los juristas llenaron los programas de tv con sus sesudas opiniones. La constitución era mencionada como nunca, recordaron las normas que ellos mismos sacaron en su momento.
La atención era otra, la agenda noticiosa cambió radicalmente y los chinos estaban muertos de risa. El Karma ya no aguanta tanta picardía. El Poder Judicial debido a los ataques a la abogada de Keiko, para curarse en salud y evitar que el juicio se con- vierta en un circo romano, suspendió las audiencias. Las siguientes serán virtuales.
Buena jugada, mala suerte, los cam- bios le quitaron el efecto deseado, la idea era de pasada, apagar la encuesta de Ipsos difundida por Paolo Benza, el nuevo best seller de la prensa virtual, donde Vizcarra le empataba al chino el primer lugar.
Era una muestra privada, pagada por empresarios para conocer el panorama electoral, la encuesta también ponía a Keiko frente al moqueguano y Keiko le sacaba 5 puntos de diferencia.
Es muy temprano para encuestas, pero que Vizcarra acusado de todo, con las noticias más tétricas sobre su futuro, inhabilitado por este congreso de 4% de aprobación y hasta impedido de hacer política fuera de Lima, les hiciera el pare a padre e hija, les malogró la fiesta.
Segundo capítulo, la misma Ipsos, esta vez en encuesta pública, usando el mismo método, pero sin incluir a Vizcarra en la cartilla y dejando a Keiko como candidata, inició las maniobras de terror porque Antauro termina segundo.
El sueño dorado del fujimorismo, una segunda vuelta contra el cuco, el asesino de policcias, el que pretende fusilar a quien mejor le parece, sería su mejor escenario, le gana hasta con anforazos si es necesario, el contendor lo justifica todo.