Quo Vadis Perú
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EI reloj de la indignación ya está en marcha, contando las horas para el 19 de julio y luego el 28, en fiestas patrias.
Quo Vadis Perú
Escribe: Óscar Vásquez – Periodista y ex asesor presidencial
EI reloj de la indignación ya está en marcha, contando las horas para el 19 de julio y luego el 28, en fiestas patrias. El tic tac de los próximos días sonará más fuerte con el anuncio de importantes líderes políticos y sociales que se sumarán a estas protestas que prometen hacer temblar Lima. ¿Lo entenderá la presidenta? o esperará que venga el terremoto para salir en andas y sin velas.
Frente a la complicada situación que atraviesa el país, nos preguntamos todos; ¿adónde vamos? La inseguridad alarmante nos ha robado la tranquilidad, nadie sabe en qué momento nos tocará la angustia de un ataque y amenaza contra la vida. Hasta en las avenidas centrales de la capital, los colectivos asaltantes están al acecho de su próxima víctima.
Los sicarios amenazan incluso a jefes policiales, en un desafío desvergonzado a la autoridad nunca antes visto. La propia institución que debe velar por nuestra seguridad es golpeada por agentes que se pasan al lado oscuro, ante el desorden provocado en su comando por las injerencias políticas.
En Pataz, La Libertad, el avance de la criminalidad nos trae viejos y trágicos recuerdos del terrorismo cruel y despiadado que convulsionó al país. El ministro del interior protegido por una inmensa caravana de vehículos con agentes armados, dedica su tiempo y energías a sus dimes y diretes con un coronel de la DIVIAC.
El congreso ha debilitado nuestras fortalezas económicas con leyes populistas y exoneraciones de impuestos a delivery, atendidas por su solícito presidente que se cree reyecito sin corona, amenazando a periodistas por grabarlo en su festín de mentiras.
El ejecutivo no se queda atrás y gasta sin control, en obras qué no están en la línea de incrementar la productividad. El potencial de crecimiento apenas roza el 2% para los próximos años y necesitamos crecer al 5% para recuperar los índices de pobreza perdidos.
Tal y como lo apunta Luis Carranza, ex ministro de economía, en un artículo para Perú 21, es un cuento de terror para 8 millones de peruanos.
Incore en su edición del 2024 registra una inseguridad ciudadana disparada en la capital, con una tasa de victimización por hechos delictivos considerada la peor cifra de los últimos años. El uso de armas de fuego se ha incrementado a niveles espeluznantes en Lima sur y Lima este.
La población limeña está decepcionada con las gestiones de la Municipalidad de Lima y el gobierno regional del Callao. El alcalde López Aliaga ha provocado el descenso en el indicador de satisfacción, a tal punto que Lima solo supera a Huancavelica, Lambayeque y Tumbes.
En el Ranking de Incore elaborado por el Instituto Peruano de Economía, Lima y Callao perdieron el liderazgo por primera vez en los 22 años que se realiza esta evaluación. Moquegua pasó al primer lugar convirtiéndose en la región número uno en competitividad, con el más alto ingreso per cápita y la mayor producción de cobre en el país.
Mientras los sufridos peruanos repasamos nuestras penas, en la lejana China, la presidenta lucía espectaculares trajes y cambios de look que desconcertaron a la cancillería de la República Popular. La mandataria no se da por enterada de la difícil situación de los peruanos de a pie, para eso dejó a su mandadero en la PCM, con quien supuestamente despachaba a diario de forma virtual, pero él no lo sabía.
El reloj de la indignación ya está en marcha, contando las horas para el 19 de julio y luego el 28, en fiestas patrias. El tic tac de los próximos días sonará más fuerte con el anuncio de importantes líderes políticos y sociales que se sumarán a estas protestas que prometen hacer temblar Lima. ¿Lo entenderá la presidenta? o esperará que venga el terremoto para salir en andas y sin velas.