Pagar para vivir
PAGAR PARA VIVIR
Se vienen tiempos de decisiones, la alianza gobiernocongreso cree que ya ganó la partida, se equivocan totalmente, los delincuentes seguirán avanzando, cuando den el salto y choquen con los de arriba arderá Troya.
Los ecos de APEC, se pierden en el laberinto de insultos y ofensas a todo aquel que tuvo el atrevimiento de solidarizarse con las protestas, un baño de realidad a los inflados resultados de la cita Asia-Pacífico.
Los referentes políticos, aunque desgastados para los tiempos actuales, se dan maña para ganar espacio en ciertos medios. Con más entusiasmo que razones, sacaron a la luz sus argumentos, para pincharles las llantas a los transportistas por la osadía de convocar un paro en pleno APEC.
El adiós a los presidentes y delegaciones nos volvió a nuestra fatal realidad, con el narrador de cuentos instalado en la municipalidad, y sus enormes trenes del siglo pasado, como solución al transporte de Chosica al centro de Lima virreinal. Todo un viaje de aventuras imperdibles para llegar a la estación de Desamparados. Esto se pone bueno.
Lo que está horrible es el avance de las bandas de extorsionadores. Las empresas de transporte urbano, golpeadas por los cupos manchados con sangre, hicieron de todo para exigir al gobierno soluciones. Hasta que tiraron la toalla optando por pagar y así poder trabajar.
Los delincuentes son como las fieras hambrientas, cuando huelen sangre quieren más. Los mototaxistas al principio parecían un sector sin muchas perspectivas para los facinerosos. Después de sacar cuentas y evaluar la cantidad de asociaciones de estas pequeñas máquinas de transporte, llegaron a la conclusión que encajan perfectamente en sus negocios.
Los vehículos de tres ruedas tienen su centro de operaciones en las zonas periféricas, alejadas y sin la más mínima protección, se convirtieron en presa fácil para los bandidos. Empezaron por apretar a los dirigentes. Serán ladrones, pero no tontos, recolectar el dinero no es fácil, mejor es trabajar con las cabezas.
Ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón. Los dirigentes encontraron la fórmula mágica para pelar de la bolsa, las entregas llegaban con su respectiva comisión. Los taitas se dieron cuenta y para arreglar el entuerto empezaron a meter bala. Los sufridos mototaxistas pagaron las consecuencias. Pagan y si no llega completo, igual te mueres.
Lo más grave ahora son los enfrentamientos entre bandas rivales. En Comas, distrito en emergencia, la bronca está que quema. Erick Moreno Hernández, más conocido como “El monstruo”, líder de “Los injertos” ha desatado una guerra mortal contra “Los chimbotanos”, disputándose los cupos de mototaxistas.
En la emblemática Av. Túpac Amaru acabaron con la vida de un joven trabajador, quien estaba pagando, pero a las manos equivocadas. Para que no queden dudas los sicarios dejaron un mensaje «Todos los que le sumen a los <Chimbotanos», al loco «Joe» y a <Paco», terminarán de esa manera, todos los días vamos a dejar a un mototaxista tirado si no lo hacen».
Las avenidas Túpac Amaru y Micaela Bastidas fueron escogidas para dejar bien claro el mensaje. En la misma semana otro mototaxista cayó asesinado por sicarios a pocas cuadras del lugar. El drama es para los de abajo, el pueblo al que hoy los políticos y el gobierno miran incómodos sobre el hombro.