¡Los malditos caviares!
¡LOS MALDITOS CAVIARES!
“Es una venganza de la caviarada” asegura la congresista Patricia Chirinos, en un video memorable, grabado para despistar, …
Óscar Vásquez: Periodista y exasesor presidencial
Definir el vocablo Caviar es una misión imposible, la búsqueda pasa por las 100 mil palabras del idioma español y las excomulgadas palabrejas que forman parte de nuestra jerga cotidiana y cambiante.
Según los estudiosos, la cosa empezó en Francia, donde llamaban caviares a los izquierdistas que se llenan la boca hablando del proletariado mientras le hacían reverencias al exquisito caviar de origen ruso.
Se desconoce el origen o la razón para etiquetar como caviares a tan vasta población, aunque el color ligeramente rosado del caviar, suponemos, fue motivo suficiente para tan popular apelativo, si no calificas de rojo te quedas como caviar.
Caviar o caviarada, los caviares son noticia de primera plana. Basta ver al camaleónico congresista Fernando Rospigliosi, ex militante de vanguardia revolucionaria, facción de una izquierda desaparecida. Ex ministro censurado del preso Alejandro Toledo. Director en la sombra de la campaña pepekausa, de donde salió enojado y desplumado, cuando no le pagaron 100 mil dólares de comisión.
Renacido como fujimorista a muerte, exclama: “es una mafia caviar” mientras Martha Moyano lo mira embobada como en las novelas. Cosas veredes amigo Sancho.
“Es una venganza de la caviarada” asegura la congresista Patricia Chirinos, en un video memorable, grabado para despistar, mientras subía presurosa a un avión con destino a España, cuando un pajarito le cantó que allanarían su casa.
Intentamos descubrir como lo hacen para concentrar tanto odio de las llamadas izquierdas, en especial de Vladimir Cerrón zurdo a lo cubano, quien vive polemiza y acusa desde la clandestinidad, gracias a la chingana que armó con el populismo de los fujimoristas.
Y como lo hacen, cuál es el secreto para que las derechas, incluyendo los descocados de la resistencia les planten el ojo y pidan enterrarlos de cabeza, no vaya a ser que resuciten.
Los caviares han tomado el poder y controlan la justicia vociferan desde el congreso, donde solo falta Ali Baba para armar la rumba de los 40. Con semejantes poderes ya preocupa que no hayan desaparecido a las bandas congresales.
A los derechistas y ahora libertarios, porque hasta en política la moda manda, les molesta y no les hace nadita de gracia el tufo de intelectuales de estos petulantes caviares.
A propósito, amigo lector ya descubrí la santísima trinidad, los caviares pueden estar en cualquier parte y es una sola persona, pienso yo, porque nadie me puede explicar quiénes son esos malditos caviares.