EI JNE presentó el cronograma y las agrupaciones políticas empezaron a deshojar margaritas; las alianzas serán la tabla de salvación para mantenerse como partido y la fecha es ajustada.

Limpiando la cancha

LIMPIANDO LA CANCHA

EI JNE presentó el cronograma y las agrupaciones políticas empezaron a deshojar margaritas; las alianzas serán la tabla de salvación para mantenerse como partido y la fecha es ajustada.

EI JNE presentó el cronograma y las agrupaciones políticas empezaron a deshojar margaritas; las alianzas serán la tabla de salvación para mantenerse como partido y la fecha es ajustada.
EI JNE presentó el cronograma y las agrupaciones políticas empezaron a deshojar margaritas; las alianzas serán la tabla de salvación para mantenerse como partido y la fecha es ajustada.

Óscar Vásquez: Periodista y exasesor presidencial

Para que este malvado plan funcione, es necesario contar con el apoyo de los organismos electorales; los cambios en el RENIEC y la ONPE son la segunda fase y ya están en marcha. Las dictaduras modernas ya no sacan tanques a las calles ni arrastran a las cárceles a los opositores; este sofisticado método les garantiza una imagen demócrata.

EI JNE presentó el cronograma y las agrupaciones políticas empezaron a deshojar margaritas; las alianzas serán la tabla de salvación para mantenerse como partido y la fecha es ajustada.

Los que no pierden el paso en su «operación limpieza» son los integrantes de la coalición que nos gobierna. Desde el congreso están limpiando la cancha, sacando a todos los posibles rivales que puedan dar pelea. Empezaron con Antauro Humala, el cuco que movió los números de las encuestas al captar el rechazo de los olvidados. La carga sangrienta de los policías muertos en la asonada que encabezó, más su afiebrado discurso antisistema, les puso los motivos en bandeja para sacarlo con tarjeta roja.

Para los otros contendores de fuste, la trama es más sofisticada; la escobita mágica son las inhabilitaciones para ejercer cargos públicos. Con esta drástica medida están sacando de carrera a los candidatos incómodos. Empezaron con Vizcarra, el más fuerte de los contendores, el que levanta multitudes en cada visita a las regiones. El expresidente Sagasti sigue en la cola. Salvador del Solar, ex primer ministro de Vizcarra, el hombre que se plantó en el congreso siniestro e inició el proceso para su disolución, a quien muchos consideran el compañero ideal en la plancha vizcarrista, no puede quedar con bandera verde.

Los actores de reparto que también tienen lo suyo en las preferencias del populorum, como el Dr. Víctor Zamora, quien tuvo una destacada participación como ministro de salud en la pandemia, y el ex primer ministro Antonio Zeballos, también son considerados peligrosos para los piratas atrincherados en el congreso. Encabezar las listas para el parlamento en las cédulas de votación sería un gancho al hígado de los bandidos.

Con más de 40 partidos en la contienda, la gran mayoría desconocidos, la dispersión electoral es un hecho concreto. La idea de los macabros titiriteros de la política es entrar a las elecciones con la comparsa de los pitufos y, con el escaso aliento que les queda, poner en segunda vuelta a la eterna candidata con algún contendor de poca monta, asegurando así la continuidad de la dictadura.

En el papel el montaje funciona; el voto duro que todavía les queda sería suficiente para destacar en medio de candidatos sin mayor respaldo, amén de los sinvergüenzas que pasarían con el mínimo de votos al congreso, en un regreso triunfal. Es verdad, aunque usted no lo crea.

Para que este malvado plan funcione, es necesario contar con el apoyo de los organismos electorales; los cambios en el RENIEC y la ONPE son la segunda fase y ya están en marcha. Las dictaduras modernas ya no sacan tanques a las calles ni arrastran a las cárceles a los opositores; este sofisticado método les garantiza una imagen demócrata.

Si el pueblo protesta, la receta es acusar a los dirigentes populares de terrorismo e iniciar un complicado proceso judicial que termina con penas de cárcel efectiva; para ello, tener al sistema de justicia bajo con- trol es la clave. Las amenazas de la Junta Nacional de Justicia, nombrada con la mano negra del Congreso, contra la presidenta del Poder Judicial y la Fiscal de la Nación, son la demostración más clara de lo que se viene. ¿Podrá el país soportar tanta lisura y desfachatez?

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