EI  caso de este fugitivo de la justicia es digno de una serie de Netflix, tiene a un país en vilo, siguiendo las incidencias de su búsqueda y captura, mientras la criminalidad nos golpea a diario, dejando sangre dolor e impotencia en la población...

El supergato Cerrón resultó ser un cimarrón

EL SUPERGATO CERRÓN RESULTÓ SER UN CIMARRÓN

EI  caso de este fugitivo de la justicia es digno de una serie de Netflix, tiene a un país en vilo, siguiendo las incidencias de su búsqueda y captura, mientras la criminalidad nos golpea a diario, dejando sangre dolor e impotencia en la población…

EI  caso de este fugitivo de la justicia es digno de una serie de Netflix, tiene a un país en vilo, siguiendo las incidencias de su búsqueda y captura, mientras la criminalidad nos golpea a diario, dejando sangre dolor e impotencia en la población...
EI  caso de este fugitivo de la justicia es digno de una serie de Netflix, tiene a un país en vilo, siguiendo las incidencias de su búsqueda y captura, mientras la criminalidad nos golpea a diario, dejando sangre dolor e impotencia en la población…
El supergato Cerrón resultó ser un cimarrón
El supergato Cerrón resultó ser un cimarrón : Óscar Vásquez: Periodista y exasesor presidencial

Vladimir Cerrón, el médico que estudió en Cuba, fundador de Perú Libre y hombre de una suerte excepcional, tiene al gobierno de Dina Boluarte de cabeza. El marxista, fiel discípulo de Fidel Castro, es un gato de siete vidas, en sus bolsillos lleva una pata de conejo que le asegura una extra.

Este gato techero se las sabe todas, a Castillo lo tenía agarrado del sombrero con sus cuotas ministeriales, donde copaba los puestos claves para su pandilla, los que se camuflaron escondiendo la cola, cuando Dina armó su propio gabinete.

La sentencia que lo llevó a la clandestinidad, hizo que sacara a relucir sus habilidosas estrategias para buscar el amparo presidencial, y en un alarde de poder, se dio el gusto de cambiar la posición internacional del país en el peliagudo tema de Venezuela, mandando a su casa al agrandado Canciller Gonzales Olaechea.

Sus correrías, adornadas con la burla permanente de cuanto político se cruce en su camino y su afilado parecer en el devenir cotidiano de las acciones del gobierno, demostradas en las redes sociales, lo han convertido en protagonista de titulares de película.

Su clandestinidad pone a prueba las capacidades y el olfato policial, donde sus perseguidores están perdiendo la partida. Es absolutamente increíble que un sentenciado en fuga se dé maña para aparecer en las reuniones de su partido, vía virtual, dejando en ridículo a los policías que lo buscan, o simplemente, nadie lo está buscando.

El último operativo montado para su captura, ante la versión de un colega radial, a quien le pasaron el talan con la ubicación del supergato Cerrón, tomando el sol en una lujosa residencia de un condominio iqueño. Fue un verdadero show que movilizó a la prensa y a un contingente policial de marca mayor.

«Sino respondíamos ante esta denuncia iban a decir que no lo estamos buscando» justificó el primer ministro tratando de minimizar el escándalo, mientras Cerrón se mata de risa panza arriba. No fue la primera, en otra ocasión el propio Ministro del interior anunció la ubicación del cimarrón, casi como una alerta para que se mueva lo más rápido.

El caso de este fugitivo de la justicia es digno de una serie de Netflix, tiene a un país en vilo, siguiendo las incidencias de su búsqueda y captura, mientras la criminalidad Su clandestinidad pone a prueba dolor e impotencia en la población. nos golpea a diario, dejando sangre dolor e impotencia en la población.

Los sicarios se han multiplicado como una epidemia mortal, y los pistoleros de las bandas de extorsionadores, disparan por las calles sin medida ni clemencia a los vehículos de transporte público.

Los fieles seguidores de Cerrón en el congreso, no se quedaron atrás y en una exposición fotográfica por el aniversario del Perú Libre, exhibieron la imagen de su líder provocando la pataleta de algunos congresistas, ellos exigían el retiro de ese cuadro que ponía en evidencia al congreso, rindiendo culto al dos veces condenado por la justicia.

¿Quién lo protege? Es la gran pregunta, mientras la fiscalía abrió una nueva investigación, tratando de revelar el misterio de un coche presidencial usado en su fuga.

Mientras todo esto sucede, los acongojados peruanos nos seguimos preguntando ¿Quién le pone el cascabel al gato?

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